
El padre de Lamine Yamal a la salida de un parking de Barcelona como copiloto
Famosos y conocidos
El coche del padre de Lamine Yamal, todo un clásico de los polígonos: tiene 30 años y cuesta menos de 1.000 euros
Lamine Yamal fue noticia hace unos días, pues al no tener carnet de conducir la firma automovilística patrocinadora del Barcelona no le entregó el coche oficial que sí recogieron el resto de jugadores
Lamine Yamal se ha convertido en uno de los mejores jugadores del mundo por sus actuaciones deportivas en los campos de fútbol de toda Europa, un jugador polémico y con carácter que además tienen un padre con mucha proyección mediática.
Mounir Nasraoui, su progenitor, es habitual en todas las celebraciones de su hijo, sin saber muy bien cómo siempre termina sobre el terreno de juego entre los jugadores reclamando buena parte de protagonismo.
Su padre, protagonista
En materia automovilística Lamine Yamal ha sido noticia hace poco, pues al no tener carnet de conducir Cupra, patrocinador del club catalán, le ha excluido de la entrega de coches a los jugadores de la primera plantilla, y es que Lamine no cumple los 18 años hasta el 13 de julio, cuando podrá sacarse el carnet.

La plantilla del Barcelona recoge sus coches
De hecho en los entrenamientos es habitual ver al jugador bajarse del asiento del copiloto de un Cupra conducido por un mayor de edad, en ocasiones de su familia o del propio club.
Lo que pocos recuerdan es que hace un año el padre hacía una aparición estelar en el asiento del copiloto de un coche cuando fueron a buscarle a un hospital de Barcelona tras haber recibido un navajazo durante una discusión en un bar.
Un navajazo
En este caso el padre de Yamal iba sentado en el asiento del copiloto del coche y abandonaron el lugar con un acelerón bastante llamativo…

El padre de Yamal iba dentro de este coche
Se trata de un Volkswagen Golf de cuarta generación que podría ser un GTI por las llantas, aunque también hay muchas unidades diésel TDi que llevan esas llantas porque se las han puesto después.
En caso de tratarse de un GTI podría costar entre los 3.000 euros, pero si se tratara de un TDi estaríamos hablando de un coche en torno a los 1.000 euros con muchas carreras sobre sus espaldas.