Insituto Anton Busquets i Punset de Sant Hilari Sacalm
Sociedad
Muere un hombre que no pudo estudiar y regala toda su herencia al instituto de su pueblo
Cuando la ausencia de oportunidades se convierte en motor de cambio generacional
La historia que emerge desde las calles de Sant Hilari Sacalm habla de segundas oportunidades y de cómo el dolor personal puede transformarse en esperanza colectiva. Antoni Rossell Terris nunca pudo pisar un aula universitaria, pero su último acto en vida garantizará que otros jóvenes sí puedan hacerlo.
El precio de una infancia en tiempos difíciles
Los años cuarenta en España no perdonaban sueños académicos en familias trabajadoras. Rossell lo aprendió a los doce años, cuando las circunstancias lo llevaron directamente de la escuela a un taller de costura. Lo que comenzó como una necesidad económica familiar se convirtió, décadas después, en el fundamento de un próspero negocio textil.
Pero el éxito empresarial no logró cerrar una herida que permaneció abierta durante más de setenta años: la certeza de que las dificultades económicas no deberían determinar el futuro educativo de ningún joven.
Una visión que trasciende lo económico
El Instituto Anton Busquets i Punset se ha convertido en el receptor de una donación que va más allá del dinero. La totalidad del patrimonio de Rossell se destinará a crear un sistema de becas que combina méritos académicos con un componente cultural específico: el dominio del catalán.
Las cuatro ayudas anuales de cinco mil euros, bautizadas como Becas Terris, reflejan una doble preocupación del benefactor. Por un lado, eliminar las barreras económicas que truncan trayectorias educativas; por otro, fortalecer el uso y conocimiento de la lengua catalana entre los estudiantes de bachillerato.
Diagnóstico de una carencia actual
El centro educativo ha identificado un fenómeno preocupante que otorga mayor sentido a la iniciativa de Rossell. Los profesores observan un declive progresivo en las habilidades de comprensión textual de los estudiantes, especialmente cuando se enfrentan a textos de registro elevado.
Glòria Donadeu, responsable del área de catalán en bachillerato, ha recibido la noticia con una mezcla de gratitud y consciencia del desafío que representa. Para ella, estas becas representan una herramienta valiosa para invertir una tendencia que considera alarmante.
La decisión testamentaria de Rossell dibuja un círculo perfecto: quien no pudo estudiar por necesidad económica destina su fortuna a que otros no vivan la misma limitación. Su legado trasforma una biografía marcada por la ausencia en un puente hacia el futuro educativo de su comunidad.
