Robert Barry inaugura Parking, un nuevo proyecto de arte contemporáneo en el espacio público de Barcelona
Curiosidades
Arte sin horarios: transforman la entrada de un parking en Barcelona en una galería atípica
Un espacio expositivo sin barreras horarias convierte el tránsito cotidiano del Eixample en experiencia artística
El tránsito habitual por el Eixample barcelonés acaba de incorporar un elemento inesperado: una propuesta artística que rompe con los códigos tradicionales de exhibición. La iniciativa, denominada Parking, aprovecha la entrada de un aparcamiento para crear un espacio expositivo de acceso permanente.
La génesis del proyecto surgió de una observación casual. Moishan Gaspar, quien lideró anteriormente la Fundación que lleva su apellido, detectó las posibilidades de un local comercial abandonado mientras circulaba en motocicleta por la zona. El inmueble, que anteriormente albergaba un concesionario automovilístico, se presentaba como una oportunidad única para materializar una idea que llevaba tiempo madurando: llevar el arte contemporáneo a espacios no convencionales.
Un desafío técnico y conceptual
La propuesta plantea retos específicos que van más allá de las consideraciones habituales en el sector cultural. Al funcionar como un gran escaparate urbano, sin posibilidad de acceso físico del público, las obras deben resistir condiciones de iluminación constante y exposición continua. Esta circunstancia obliga a repensar aspectos fundamentales como la conservación, la seguridad y la durabilidad de las piezas, alejándose de los parámetros museísticos tradicionales.
La programación contempla un calendario reducido pero intensivo: tres muestras anuales, cada una diseñada específicamente para este formato singular. El objetivo es generar un diálogo entre la creación artística y el entorno urbano cotidiano, aprovechando la alta circulación peatonal y vehicular de la zona.
Barry como carta de presentación
La inauguración corre a cargo de Robert Barry, figura consolidada del movimiento conceptual norteamericano con una trayectoria de siete décadas. El artista nonagenario ha desarrollado expresamente para este espacio una instalación titulada 'The real thing', bajo la supervisión curatorial del especialista británico Mathieu Copeland.
La pieza establece un juego textual entre dos referencias culturales aparentemente dispares: el célebre soliloquio shakespeariano «To be or not to be» y el eslogan publicitario histórico de Coca-Cola. Esta confrontación conceptual se materializa mediante vinilos rojos aplicados tanto en superficies murales como en los cristales del espacio, creando una tensión visual que invita a la reflexión sobre la degradación del lenguaje en la sociedad actual.
Copeland, quien prepara la monografía más exhaustiva sobre Barry publicada hasta la fecha, destaca la novedad técnica de esta propuesta dentro de la producción del artista estadounidense. Aunque Barry ha explorado sistemáticamente la intersección entre cultura popular y lenguaje, esta es la primera ocasión en que contrapone textos utilizando simultáneamente soportes opacos y transparentes.
Precedentes internacionales
Esta modalidad expositiva, aunque novedosa en el contexto barcelonés, cuenta con antecedentes en otros ámbitos académicos y culturales. Copeland señala el éxito de iniciativas similares en instituciones como la Leeds Beckett University, donde las «window galleries» han demostrado su eficacia para democratizar el acceso al arte contemporáneo.
La paradoja de estos espacios radica precisamente en su aparente simplicidad: utilizan elementos arquitectónicos cotidianos para generar experiencias artísticas singulares, convirtiendo el tránsito urbano rutinario en una oportunidad de encuentro con la creación contemporánea.
El proyecto aspira a consolidarse como referente de arte público en Barcelona, aprovechando la permeabilidad visual que ofrece su ubicación para establecer un diálogo continuado entre artistas, obras y ciudadanía, sin las barreras temporales o económicas que caracterizan a otros formatos expositivos.
