Dos agentes de los Mossos d'Esquadra en el aeropuerto de El Prat

Dos agentes de los Mossos d'Esquadra en el aeropuerto de El PratEuropa Press

Los Mossos se ponen serios para frenar la delincuencia en el aeropuerto de Barcelona: 59 ladrones tienen prohibido entrar

De 700 delitos mensuales a 394: cómo las órdenes de alejamiento y el refuerzo policial cambiaron la realidad del aeropuerto barcelonés

El aeropuerto barcelonés ha vivido una revolución silenciosa en materia de seguridad durante los últimos doce meses. Lo que antes constituía un punto ciego en la lucha contra la delincuencia habitual se ha convertido en un modelo de intervención policial.

Un diagnóstico alarmante como punto de partida

Joan Alfred Vives encontró un panorama desolador al asumir la jefatura del Área Regional de Seguridad aeroportuaria. El recinto carecía de estrategia específica contra la reincidencia criminal, mientras otros puntos neurálgicos de la ciudad ya contaban con protocolos consolidados.

La criminalidad municipal se había disparado un 82% con el aeropuerto como epicentro. La consejera de interior de la Generalidad de Cataluña, Núria Parlon, describió el escenario como «fuera de control».

Una respuesta integral sin precedentes

La nueva administración diseñó una estrategia que abarcaba desde el refuerzo de personal hasta herramientas jurídicas innovadoras, focalizándose en las áreas públicas del terminal, tradicionalmente desatendidas frente a las zonas de embarque supervisadas por normativa europea.

El incremento de efectivos resultó espectacular: de 126 agentes iniciales a 203 uniformados y civiles de diferentes especialidades. Los resultados no tardaron: de 700 infracciones penales en mayo de 2024 a 394 actuales, mientras las detenciones saltaron de 95 a 149 en el primer semestre.

El arma jurídica: alejamiento compulsivo

La innovación más disruptiva ha sido el empleo sistemático de prohibiciones de acceso contra reincidentes. Bajo coordinación de Josep Lluís Trapero se gestionaron 59 expedientes en un año, manteniéndose vigentes más de treinta.

Las medidas restrictivas se concentran en estructuras especializadas del este europeo y agrupaciones juveniles de ascendencia norteafricana. Estos últimos, según análisis policial, presentan menor profesionalización pero mayor audacia, convirtiéndose en los principales infractores de las órdenes.

Disuasión como filosofía operativa

La estrategia trasciende la reacción punitiva para convertirse en elemento disuasorio permanente. Entre los 200 efectivos desplegados, 22 especialistas FURES operan camuflados entre viajeros interceptando carteristas en acción, mientras patrullas uniformadas y controles aleatorios modifican el cálculo de riesgo de los infractores.

A partir del lunes, nuevas celdas provisionales en el aeropuerto permitirán custodiar detenidos sin traslados externos, optimizando recursos y agilizando procedimientos.

Proyección futura y ampliación competencial

Núria Parlon ha reconocido el cambio de tendencia manteniendo prudencia sobre los logros. La consellera confirmó negociaciones para que los Mossos asuman responsabilidades en áreas gestionadas por Guardia Civil y Policía Nacional, contemplando la incorporación escalonada de 200 nuevos agentes conforme se completen los procesos formativos.

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