
Uno de los vehículos de Ebro
La «ONG del catalán» denuncia a Ebro por «incumplir todos los requisitos lingüísticos» de una subvención
También pide «ejemplaridad» y que se retire la ayuda a la empresa «si no rectifica»
La Generalitat y el Gobierno celebraban «el renacimiento» de la empresa Ebro y de la antigua fábrica de Nissan, porque eso suponía una apuesta por la «reindustrialización» de la zona y por el mantenimiento de los puestos de trabajo, de empleados procedentes de la planta de Nissan (unos 1.200). Por este motivo, Ebro pudo acogerse a una línea de subvenciones que, en su caso, fue de unos dos millones de euros.
Pero a Plataforma per la Llengua le molesta que la compañía no tenga «los manuales del uso de vehículos ni los catálogos de venta en catalán, excluye la lengua de los rótulos de la fábrica y no ofrece la información escrita en catalán cuando se le pide». Hay que tener en cuenta que Ebro cuanta como aliado con la china Chery. Pues bien, por todo ello, por incumplir los requisitos lingüísticos, la entidad ha denunciado a la empresa a la dirección general de Industria del Departamento de Empresa.
«Revocar las ayudas»
Quiere que se investigue a Ebro y se le abra un expediente de control para garantizar que se cumplen esos requisitos lingüísticos porque considera «inadmisibles» que la administración no pueda garantizar y no se encargue de que, efectivamente, se cumplen. En este sentido, la llamada ONG del catalán hace un llamamiento a la «empresa a rectificar, y a la Generalitat a revocar la ayuda si Ebro y otras empresas que se puedan haber beneficiado de la investigación no cumplen con el catalán». Y la entidad ya advierte que está investigando a las otras compañías.
Desde Plataforma aseguran que entre los requisitos para recibir la subvención, estaba el de cumplir varios artículos de la ley de Política Lingüística y «cualquier otra obligación legal o reglamentaria que les pudiera afectar». De este modo, precisa, «las empresas tenían que estar en condición de poder atender a los consumidores cuando se expresen en catalán, tener la señalización, los carteles de información fija y los documentos de oferta de servicios en catalán e incluir la lengua en los rótulos y las informaciones fijas del interior de los centros laborales dirigidas a los trabajadores».
Pero, denuncia Plataforma per la Llengua, nada de eso cumple Ebro. Y ahí no acaba la cosa, porque también denuncia que la compañía no tiene accesibles en catalán los menús interactivos de los vehículos, ni la web está en esta lengua, ni tampoco utiliza en catalán en sus redes sociales. Por este motivo, censura que la compañía no tenga en cuenta «el respeto pro la lengua propia del territorio en la que opera ni los derechos lingüísticos de sus compradores mayoritarios». Compradores que, según la entidad, son mayoritariamente «catalanoparlantes» porque todavía Ebro no exporta sus coches y este mercado es de una «importancia fundamental».
La queja de Plataforma va más allá de la denuncia a Ebro. Considera que la Generalitat ni Acció, que es la empresa pública para la competitividad, controlan el uso el catalán en las empresas, ni tampoco lo fomentan. En cualquier caso, esta entidad avisa que harán ellos el trabajo, que investigarán a otras compañías y piden que, en todos los casos, y si no rectifican en materia lingüística, se les revoque cualquier subvención que se les haya podido conceder.